ARTE
SALVADOREÑO
ARTISTAS
SALVADOREÑOS
CARLOS CAÑA
POETA Y PINTOR
Carlos Cañas, el pintor
que hizo del Teatro Nacional su
Capilla Sixtina, no deja de pensar cosas agudas. A los 85 años dice que es una
porquería que el país no celebre el arte ni a los artistas. Que como si se
tratase de una obra abstracta, se le malinterpreta. Que muchos lo odian sin
razón. Que su casa, atiborrada de óleos y esculturas, se ha convertido en su
propio y único museo, uno que le recuerda que es pionero del arte abstracto en El Salvador.
Carlos Cañas también conocido como Gonzalo Rodríguez
Cañas, Carlos Augusto Cañas, o simplemente Carlos Cañas (San
Salvador, El Salvador, 3 de Septiembre de 1924). Poeta y pintor
con amplia variedad de estilos y mayor exponente de los estilos vanguardistas;
incursionando en corrientes pictóricas como el cubismo, abstraccionismo (arte
del cual fue pionero en patria natal en donde realizó la primera exposición de
éste mismo) surrealismo y otros. Decoró el techo del Teatro Nacional, donde las mujeres
se pasean entre coloridos mangos y donde el propio pintor se hace aparecer en
un balcón coronado con una aureola.
EL MESTIZAJE CULTURAL
Carlos
Cañas fue el pionero del arte Abstracto
en El Salvador
en donde realizó la primera exposición de este arte. Es un pintor con
amplia variedad de estilos y es el mayor exponente de los estilos
vanguardistas. Realizó trabajos en plástica Maya,
y en ilustraciones de libros de cuentos. Estudió en España
en donde ganó un premio y ha sido el maestro de una generación de pintores.
"Sumpul" (1984)
Fue el primero, y quizás el único, de los
reconocidos artistas salvadoreños que comprometió su futuro artístico para
denunciar las sanguinarias masacres perpetradas por el complejo
militar-oligárquico durante la guerra civil salvadoreña. La pintura como
denuncia social era algo raramente visto antes del conflicto,
pero haciendo a un lado la abstracción, Carlos Cañas plasmó la masacre en
el río Sumpul, departamento de Chalatenango, ocurrida en 1980. Debido a que los medios
de comunicación social eran y siguen estando en poder de un grupúsculo, el
pueblo salvadoreño ignoraba este sangriento suceso que Carlos Cañas inmortalizó con esta elocuente escena de una montaña
de cuerpos inertes, retorcidos y desolados... los masacrados fueron ancianos,
mujeres y niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario